Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

De como Un Nadador Shaolín se enfrenta a Francisco Rivas

desde la isla de

Me gusta nadar. Me gusta nadar cuando llueve. Y me gusta nadar de madrugada, porque se combinan dos de mis cosas favoritas: nadar de noche, viendo las estrellas, y después, ir viendo por debajo del agua cómo se va iluminando todo con el amanecer y el alboroto de los pericos cuando los despierta el sol. Además, no me quemo ni me bronceo. Y si todo sale bien, tengo carril con agua caliente para mí solita: el Sheraton de las piscinas.

Como soy morning person, no me estorba levantarme tempranísimo. Prefiero la manejada en calles casi vacías que las presas de más tardito.

Hoy llegué a la piscina poquito antes de las 5 de la mañana, para mi clase, confiada en que me tocaba con Betty, una de mis profes y que sería vergueadito, pero necesario para el torneo que se viene en febrero. Además, parte de mis resoluciones de año nuevo es nadar más seguido a esta hora.

Justo el día anterior, había estado comentando con los compañeros de natación los estilos de los diferentes profesores. Que si este era más duro, que si esta era más chineadora, cuál era implacable y sin asco, y el gran debate era sobre Francisco Rivas: mientras unos aseguran que es un dulce osito de peluche y lo comparan con un latin lover, otros recordaban historias de terror de tener que repetir finales por no hacer los tiempos acordados.

Yo los escuchaba tranquila, pensando por dentro “Mirala que entreno con Fran. Yo así estoy pura vida” , me regodeaba en mi subcampeonato nacional de pecho, defendiéndome de los que me cuestionaban mi gusto de nadar con Claudia diciéndoles que a una le gusta lo que le cuadra y si era de sadomasoquistas ir a esas clases donde no da tiempo ni para hidratarse, entonces que me apuntaran en la lista.

Lo que jamás calculé fue que hoy en la mañana la clase la fuera a dar don Frank. O que creyera que yo estaba ahí solo por eso. El terror que no sentí en el torneo, ni la primera vez que di la vuelta, ni la primera vez que me tiré de panzazo de la banqueta, lo sentí, todo junto, cuando lo oí decir

– “Pero, qué es esa belleza? Mirá lo que trajo el año nuevo! Viene a nadar conmigo?”

Yo sonreí porque así me educó mi abuela y es de mal gusto vomitarse del pánico frente a la gente que le está hablando a una. Además, esa fue la última expresión que me quedó paralizada en la cara antes de darme cuenta que me iba a toca una clase precisamente con quien había venido evitando a toda costa. Temí que otra vez me diera un ataque de pánico. Esta vez, escénico. Era un episodio más de yo y mi bocota. O, si se quiere, un ejemplo kármico de La lengua castiga. Si hubiese estado más claro, hubiese sido evidente que yo estaba blanca tirando a verduzco.

Me preguntó si había que chinearme en algo. Yo llevaba la mente en blanco y muy matona dije que en nada, muchas gracias, tan divino por preguntarme. Fue hasta que me consumí que recordé que no hago mariposa, me cuesta la brazada de libre y solo acaté a recordarle: “Soy la más lenta del grupo” Como un Scrooge acuático me dijo “Olvídese. Aquí no existe nada de eso”

Calenté como cuando era neófita. 400 metros al suave y descansando cada 25. Me sentía corruptamente victoriosa. Dos cincuentas pecho-libre, al suave, descansando 20 segundos. Y luego, comenzó Cristo a padecer: 4 100 de libre.

  • Sole, si respira cada brazada es como caminar así: (pone un pie delante del otro con intención y lentitud, en un caminado atropellado por la pausa). En cambio, cada cuatro es paso firme (y camina sacando el pecho, seguro, con la frente en alto)
  • Sole, es cierto todo lo que me dijo Betty que usted dijo? Y yo, muy seria: Todo don Frank. Heme aquí temblando como un conejo dientón de metro ochenta en vestido de baño.
  • Sole, usted va tomoypago, tomoypago, tomoypago. Lo tiene totalmente controlado, pero si respira cada cuatro, en lugar de tomoypago es me destrozo la vida y respiro. O sea, que nadar se parece más al desgarro de una ranchera de desprecio de José Alfredo Jiménez a una canción de pop rock de los 80.
  • Sole, métale al menos una o dos respiraciones de cuatro brazadas a cada piscina.
  • Sole, siempre cierre, cierre con ganas, esta es una acción deportiva, termine rápido. Las banderillas son una medida internacional. Quedan 5 metros, que se note la diferencia, haga un esfuerzo. Siempre. En.Cada.Ejercicio.Que.Haga

Yo solo pensaba en mi premio a la actitud positiva 2016 y me repetía mentalmente: no haga trompas. No haga cara de nada. Sin fruncir el ceño. Sin poner cara de muerta.  No deje que se le vea que usted quiere decirle que usted nada recreativamente y que la competencia le pela el eje. Trague, para que no se le devuelva ese banano que se desayunó.

  • Sole, dónde ha visto que se sacan los talones en pecho? Eso no existe. No saque los talones.
  • Sole, porqué se queda tiesa cuando llega a la pared? Nada de eso, recoja las piernas, las lleva al pecho y se pone de pie.
  • Sole, oiga esta historia: se acuerda de Tarzán que al nadar se topaba con troncos y animales y los cocodrilos que se estaban asoleando se tiraban al agua apenas lo veían venir? Bueno, él tenía que nadar pecho volado, pero sin técnica. Así nada su compañero- Yo me río divertida, burlándome de mi compañero– A usted, en cambio, se la come el cocodrilo, por nadar con esa calma y esa complacencia… tiene que ir más rápido. Más rápido cómo putas, si en pecho solo hay una velocidad?
  • Sole, la brazada más larga. Si no, va como haciendo perrito. Así no avanza.
  • Sole, preocúpese si me ve parado en su carril todo el tiempo porque es que le voy a corregir cosas- Creo que pasó sentado en la banca de mi carril los 105 minutos.

Viene tabla:

  • Sole porqué usted patea tan bien en tabla? Porqué no hace eso cuando nada libre? Usted es un transformer! Diay, don Fran porque no me da el aire. No ve que respiro en cada brazada? – Sí, es que usualmente el gasto energético de la patada es muy fuerte, pero en usted no. Vea cómo va
  • Sole, a ver: hágame la patada de cuando nada libre? Ah, entonces sí se da cuenta? Porqué lo hace?
  • Sole, usted solo hasta la mitad.
  • Sole quiere que la chinee o que le de duro? Sea inteligente al responder. Piénselo.

Brazo. Las infames paletas, mi Kriptonita:

  • Sole, dónde quedó el glamour de la patada de tabla? Porqué mueve todo? Deje esas piernas queditas y mueva solo los brazos!
  • Sole si usted patea como cuando hace tabla, con esa brazada suya avanza el doble de rápido
  • Sole, 1:19 (en 50 m) Ve la diferencia de cuando mueve los brazos profuuundooo, aaaaaltooo y hacia adelanteeee?
  • Sole, que yo soy muy bravo? Nombris!

Yo me guindo de mi botellita de agua. Todavía no he podido bajar el banano. Concentrada en seguir sonriendo aunque me vaya ahogando. Piensa cosas felices– decía Peter Pan a Wendy- y volarás, volarás, volarás, volarás!

Este mae llevó a Claudia a 3 Olimpiadas. Oro Olímpico. Plata y bronce. Nadie sabe más que este mae de chapoteo. Otra vez el hueco en el estómago. El oxígeno se me escapa por los poros y no tengo ni para exhalar. Me ahogo.

El Final son 25 de velocidad, en pecho primero, 4 y en libre, con tiempos fijos.  Lo logro sin tener que repetir, pero sé que me dan chance y me permiten saltarme dos de los tiempos.

  • Sole, al llegar, cuando nada libre, estire. No importa con qué mano toque. Rote, como para la foto olímpica. Qué gana con tocar tan perfecto y tan exacto si estirando le gana al reloj?- Recuerdo el día que celebramos los 20 años de la medalla de oro de Claudia, que vimos todos juntos esos 200 m libre y aplaudimos como locos y le gritamos a la sábana blanca que servía de pantalla: CIERRE, CLAUDIA,CIERRE! Y él tenía lágrimas en los ojos y la mirada en ese momento en Atlanta y le susurró a Claudia: Mirá, no había visto. Si estirabas un poco el brazo en lugar de una brazada más, hacés mejor tiempo… 1:58.16 Yo duro 3 mins en 100 m libre y 5 y alguito en 200 los días que voy volando.
  • Usted tiene que aprender a controlar su velocidad y su fuerza, porque es poderosísimo. Yo sé que hace un tiempazo en un cien. Pero quiero ver en ocho cienes. Eso no es conmigo. De fijo. Y sí, no era.
  • Sole, salga, empieza a patear flojita como cuando nada tabla y luego, incorpora la brazada. A usted se le hace un colocho cuando pone todo junto. Por eso pecho le sale tan bien, porque puede hacer una cosa a la vez.
  • Sole, vea a su compañero. Va con el talón afuera del agua. Eso no existe en pecho.
  • Sole, si me pudiera meter en su disco duro, le diría que le baje a ese afán de ir más rápido que no le sale porque se pone toda tiesa, se descuadra toda, no coordina y en lugar de eso, se concentre y mejore la técnica.
  • Sole, lo más difícil en los adultos es que pateen bien. Usted patea bien, sueltititica. Los chiquillos patean bien porque son de hule. Me sorprende que patee bien.
  • Sole, vea: por cada llamada de atención, es una tarjeta roja. Por cada tarjeta roja, es un 25 de velocidad. Ya me va debiendo dieciséis. Yo hace rato dejé de llevar la cuenta. La meta es la canción de Víctor Heredia: Sobreviviendo.
  • Sole, dónde dejó el glamour de la patada con tabla? Yo JAMAS pierdo el glamour. JA-MAS. Seré lenta, pero jamás sencilla. Eso sí me ardió. Un poquito.
  • Sole, aquí hay fiscales deportivos públicos y privados, que me cuentan cuando alguien hace algo malo o no cumple con el tiempo. Sapos. Bueno, no. Aquí no bulleamos a nadie, pero si bulléramos, les diríamos sapos.
  • Sole, viera cómo me gusta a mí estos grupos chiquititos, porque me permite ver más cosas. Como si no tuviera ojos parabólicos y un set especial en la nuca.
  • Sole, cuánto le dije? Tantos segundos, don Frankk. Y cuánto hizo? Exactamente eso, don Frankkk. Ve? Cuándo se equivoca la computadora? Nunca!
  • Sole, muy bien, muy linda. Cómo se sintió? Cuándo viene otra vez?

Yo me cuadro, mojada como un pollito, envuelta en mi paño húmedo, el viento helado del frente frío, los anteojos marcados en la cara, la gorra medio salida, como mamadera vieja de un chupón. Quiero decirle: En la PUTA vida. Me vio la cara de huevona, o qué? Al perro y al toro solo una vez lo capan. Tanta madre de dos años y medio nadando, campeonato, nadador shaolín y medallas y hoy vengo como si fuera mi primera clase? Mirala!

Pero me sale esto:

Mañana a las 5 en punto de la madrugada, don Frank. Nos vemos.

 


Gotitas de lluvia

Una respuesta a “De como Un Nadador Shaolín se enfrenta a Francisco Rivas”

  1. Jajaja no sabía que tenía una gemela deportiva!

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