A veces, en el extremo de la nada que hacer, me googleo a mí misma. Siempre me produce una sensación como de desdoblamiento saber que hay otras personas en el mundo que tienen mi mismo nombre y mi mismo apellido, porque creo que en Costa Rica no hay otra persona que se llame como yo, que tampoco es gangón, es mera casualidad a lo máximo. Es como eso de encontrarse la mirada de uno en el espejo, o peor aun, en otra persona. Me encontré que en mis vidas paralelas, mis clones, o sea yo aunque no soy yo, hago cosas como:
- Descuento una sentencia de cuatro años por tráfico de drogas (España)
- Hay varias yo artista plástica y poeta (en Argentina, México y Nicaragua)
- Agarrarse con el gobierno de Costa Rica (esa, definitivamente, soy yo).
- Ganar cuentitos en Chile (también yo)
- Da conferencias en Chilito (de nuevo, yo).
- Se pone a escribir ocurrencias para irresponsables que se animan a solicitárselas (sí, yo, y qué?)
- Somos bastantes en Facebook.
- Subí un video a Youtube sobre Tweety y sobre “El Rapto”
- Dirijo la sección de atención al cliente de un casino.
- Y en general salgo en cuanta mierda de sistemas de redes sociales, referencias profesionales o contactos se conocen.
- No aparezco en cuestiones de farándula ni se me vincula a enredos de jareta con la realeza o clase política de ninguna parte.
Y ya. Eso era.
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