Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

Kármica

desde la isla de

Uno de mis actividades favoritas de infancia, era ponerme a desenredar el misterio de la reencarnación, tema de por sí muy de moda en aquellas épocas en que circulaban libritos de páginas amarillas probablemente impresos en México que le servían a uno de guía para descubrir sus vidas pasadas.

A mí me intrigaba eso de que si desde el primer día somos los mismos en distintos estuches, cómo era que ahora habíamos más estuches, de dónde habían salido más almas? Me tomó varios años llegar a la conclusión que probablemente nos poníamos tablas con tanto animalito que habíamos extinguido.

La adolescencia trajo conceptos más elaborados, como el karma, el nirvana, Buda, estados de iluminación chakras y otras hierbas y dejé de hacerme enredos con números y empecé a especular sobre mis vidas pasadas.

Obvio, todas eran maravillosas y llenas de glamour y aventuras, lo que marcaba mis gustos actuales por una u otra cosa. Entonces que si me interesaba mucho en saber de cultura y tradición judía? Ah claro, es que de fijo fui judía en otra época! Que si quería aprender alemán? Ah, es que talvez era una judía que vivía en Alemania! Que si Chile esto o lo otro y que solo de eso hablo? Bueno, es que muchos alemanes emigraron a América del Sur y perfectamente pude haber llegado a Chile donde antes del Golpe tuve una fructífera vida política. Y así me las ingeniaba para ir acomodando todo a mis gustos, incluyendo piratas, aventureros africanos, princesas chinas y miembro de las diversas cortes de Europa en sus épocas más decadentes.

La condición de adulto trae aparejado el contacto a huevo con la realidad. Hoy, que todos los días me toma casi una hora transitar por la pista de Escazú, de ida y de vuelta, recuerdo mis teorías de reencarnación y a juzgar por lo que estoy pagando, de existir otras vidas, yo debo haber sido algún hijo de puta torturador, violador de niños, asesino de abuelitas, que maltrataba a los animalitos y que nunca se arrepintió de nada y cada vez que volvía aunque cambiara de estuche solo era más mala y aprovechada. Por eso este karma. Por eso estas presas.

O tal vez es porque justo hoy hace un año estaba trabajando en las tiendas del Sí. Eso también sería karma.


Gotitas de lluvia

5 respuestas a “Kármica”

  1. Avatar de Marcelo

    ¡El infierno es exotérmico!

  2. Avatar de Sirena de mentiras
    Sirena de mentiras

    Karma… no puedo negártelo

  3. ay mamita…

  4. Avatar de Dean CóRnito
    Dean CóRnito

    O tal vez es que ya nadie se acuerda de las malditas restricciones vehiculares. Ni de invertir en infraestructura a tiempo. Ni de permitir al país crecer de manera sana. Ni de……..

  5. y …¿ por qué no ponés música bonita? y dedicás todos los días dos horas a escuchar música o cantar…

    digo…

    ( es mi receta…a mi me sirve, como un buen libro para ir a hacer cola a un banco)

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