Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

En defensa del ateísmo

desde la isla de

Dice la Caquela que la Jimena la quiere llevar a misa “Yo no creo en nada de eso. Con todo lo que me ha pasado, cómo quieres que crea? La muerte de mi marido, criar sola a los niños, el terremoto de Valdivia en el 68 y luego, cuando finalmente todo estaba bien, mis dos hijos casados, todos felices en Santiago, se viene el golpe y mi hijo menor torturado y un hijo para un lado y el otro para el otro y el chico que aun no regresa y tanto amigo desaparecido, detenido, muerto. Cómo quieren que crea?”

“No crea no más, Caquela. No crea”


Gotitas de lluvia

Una respuesta a “En defensa del ateísmo”

  1. Palabras de peso

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *