Corto para el mercado de Liberia
Tamaldulce, un comal, rosquillas frescas, paste de olote, queso Bagaces sin refrigerar.
“Qué más vas a llevar, amorcitó?” (la señora del puesto, con claro interés comercial)
“Tendrá pinol o pinolillo?” (yo, con mi infancia nica atragantada)
La señora del puesto me muestra una bolsita plástica transparente, gordita de un polvo terso y café. Yo lo examino ilusionada.
En la esquina, Mimí aparece entre las solisombras que se cuelan por los techos altos de zinc. Camina, recia, como siempre, y se detiene a mi lado. Inspecciona las compras con los ojos atentos mientras me toma la mano. Yo sonrío y me alegro de volverla a ver. Quiero decirle algo. Pero es ella la que me dice suavecito:
“Madrecita, y cómo lo vamos a batir?” (Mimí, con disimulo, hablándole a Juan para que escuche Pedro).
“Molenillos ya no hacen. ” (La señora del puesto, con los ojos bajos, claramente contrariada, pues no es cosa fácil cuando salen fantasmas en el mercado).
junio 6, 2006 a las 4:25 pm
y si nos buscamos un torno y le hacemos un molenillo a la Mimi?
junio 6, 2006 a las 9:22 pm
Cóooomo? Andabas en mi pueblo?? Dichosa…
junio 6, 2006 a las 11:41 pm
Ke gonito, un fantasmita gueno.
junio 7, 2006 a las 7:42 am
Marcelo: Me gustaría más irlo a comprar al mercado de Masaya.
Flo: DE pasadita no más. Ida y vuelta el mismo día.
Tugo: Y a vos quién te dijo que Mimí es un fantasma?
junio 7, 2006 a las 8:48 am
¡Yo tengo molenillo!!!!! Ups, creo… tenía uno… Pero vale bien la excusa de irse hasta Masaya a comprarlo…
Yo veo: Noche de pupusas con loroco y pinolillo (hacemos un revoltijo centroamericano) rice n´beans, alegrías etcétera.
junio 7, 2006 a las 10:07 am
Yo voto por la expedición a Masaya… a ver que nuevas historias nos trae la Mimi en la búsqueda del molenillo!!!