Los compadres
Para Marcelo y Tugo. Inaugurando la sección de poemitas cortos a la medida.
«Compadre!” se dicen.
Y se ríen como cabros chicos.
Así se habla entre hombres
Así le decía al Chuma el Condorito
Allá, donde los hombres no son solo hombres
Son guatones, gallos, pelaos y hueones.
Y comparan experiencias:
“Tus tatas están deseando volver?”
“No me acostumbro a hablar de vos”
“A ti te gusta el charqui?”
“En casa se toma té, sin azúcar, como debe ser”
“Ella dice que tenemos acento”
“Te sientis tico o chileno?”
“ A veces me da nostalgia”
“A veces quiero una empanada de pino”
“Cuándo llegaron?”
“El te contó lo que le pasó cuando el golpe?”
Saben, ellos, los compadres
Nacer o crecer, allá o aquí, no importa.
Hijo de huaso es huaso.
Diga lo que diga la cédula
Diga lo que diga un DNI.
“Es que la cara de huéon no se pierde”
Los une una ausencia larga
como el país que perdieron
como el país que no saben si reclamar como suyo
como el país que extrañan, a veces
cuando encuentran otro hueón
al que le dicen compadre y se ríen como cabros chicos.
Y quisieran preguntarle
si a él también le late eso, por dentro,
si a el también le duele, aunque sea un poquito.
Que el compadre me diga si esto será lo se siente en el exilio
mayo 29, 2006 a las 10:59 pm
mi querida Sole, ¡¡¡también sos poeta!!!
¡qué frescura- qué mirada directa!
mayo 30, 2006 a las 9:06 am
Querida Sole,
no sé si al compradre, pero a mi me sacaste una lágrima.
Marcelo
mayo 30, 2006 a las 9:57 am
Pues, esta a la medida de los dos. Y leyendolo bien, hasta nos hablamos a traves del poemita cosas que no decimos pero están allí. No me sale precisamente una lágrima pero si un sentimiento.
A quién más tiene la autoridad de dar o recibir un «Diay weon!».
Muchas Gracias.
mayo 30, 2006 a las 12:48 pm
Ja ja ja ja…..es que Condorito es de una ‘sabiduría’ increíble.
mayo 31, 2006 a las 2:56 am
Que experiencias compran? Yo me las robo.
mayo 31, 2006 a las 4:20 pm
¿Cuánto cuestan los poemas? ¿Uno a cambio? ¿Una flor?
Te quedó lindo… como lindo debe ser escuchar a los compadres y sentir eso de no querer estar en ningún otro lugar…
mayo 31, 2006 a las 5:22 pm
salú!
junio 1, 2006 a las 11:19 am
Leyendo el comentario de Tugo se me ocurre que ese puede ser uno de los fines de los poemitas cortos a la medida: Decir(se) cosas que no se dicen pero están allí.
Me encantó Sole!
junio 1, 2006 a las 11:59 am
no se como llegué acá, por eso sigo acá, me gusta lo que leo pero me siento como turista aleman que mira el hambre latinoamericano como algo «pintorezco»… volveré y seré más comentarios!
junio 2, 2006 a las 5:42 pm
Muy sentido el poema, amiga. Conmovedor.