Por cuestiones de brete nos apersonamos a la sesión de Concejo Municipal del cantón de Tuculillo. Cometo el error de pensar que estoy a punto de presenciar las fuerzas vivas de las bases discutir seriamente sobre sus destinos cantorales y hasta se me conmueve el alma democrática y esto, lo juro, con palabra de notario público (Nota de Sole: a punto de la suspensión por no entregar índices), esto fue lo que pasó:
Subimos hasta el salón de sesiones que está a medio construir, hay que capearse andamios en las gradas que si no lo descabezan a uno, subir en cuatro patas, limpiarse todo el aserrín y una que otra cucarachita y sentarse uno en sillas se cine rotas, huele a pintura y a sucio.
La presidenta del Concejo sugiere que ante la ausencia de micrófonos, grabadoras, secretarios, condiciones mínimas de seguridad, exceso de polvo y dos regidores asmáticos, que mejor levanten la sesión y lo dejen para otro día y hoy solo vean lo urgentísimo. Acceden con manitas levantadas. Expresión pura de del poder del voto popular.
Siguiendo el espitiru de lo acordado, en toda su inocencia, la presidenta somete a conocimiento y votación la petición de la alcalde de ciento veinticuatro pesos con treinta y dos centavos para pagar extras después del 16 que se cierra “la institución” porque hay unos que se van a quedar prestando desinteresadamente sus servicios.
Esta artista de cabello rojo Revlon de aplicación casera y evidentemente fallida interrumpe como si estuviera en un mercado de los tipo Borbón en hora pico, a los gritos de “rrrrrrricalamelcochaaaaaaaa” y pide que la dejen leer la petitoria con calma. Lee moviendo los labios y lento lento…
La presidenta le dice que si se ponen en eso no salen en toda la noche, que mejor lo dejen para el otro día, ya fijado, cuando no haya sobredosis por los vapores de la pintura y dos de los del concejo no estén apertrechados detrás de murallas de klinex, de ojos llorosos y ahogándose y se pueda grabar la discusión sin necesidad de tomar apuntes. Se lo dice como la gente, después de que la artista termina de hablar. Se lo dice decentemente, en forma pausada.
Y la artista se raja a todo galillo, movimiento de mano incluido, con esta pieza jurídica –textual- de oposición a la moción (Nota de Sole: Vuelvo e insisto. Lo juro que fue así como ocurrió.)
PERO QUE LE PASA A USTÉ HOY? AH? QUE VIENE TAN GALLITA CON ESAS IMPOTENCIAS (Nota de Sole: Yo presumo que quiso decir prepotencias). NOSOTROS SOMOS SO-BE-RA-NOSSSSS (Nota de Sole: En realidad es el pueblo, y en todo caso, nada tiene que ver la condición del Concejo con lo que dijo la Presidenta, pero entenderán que todo razonamiento es ajeno a esta pinturita). NO PUEDE VENIR USTÉ CON ESAS CARAJADAS UNIPERSONALES (Nota de Sole: Yo presumo que quiso decir unilaterales).
Acto seguido volteó a ver al público presente: dos indigentes de la zona. Una periodista del Semanario Universidad que no paraba de mandar mensajitos de texto en celular. Dos sospechosos recluidos en una esquina del auditorio en actitud evidentemente delictiva o conspiradora porque uno de ellos le hacía señas algún regidor obediente y sostenía en la mano el orden del día. Y yo y mi jefe que estábamos intercambiando miradas incrédulas y en estado de shock séptico ante semejante demostración del manejo del léxico, refinamiento y manejo político.
Ante tan selecta audiencia cerró su intervención con ese gesto entre relincho y bufido que hacen los caballos, donde les cimbran los labios, se les cruzan los ojos (Nota de Sole: los de los caballitos sin rímel y sin el exceso de delineador negro), y babean a chorro a todo baboso que esté a dos metros de largo. Las casualidades de la vida nunca dejarán de asombrarme…
Yo tengo que averiguar de qué partido es la susodicha porque de acuerdo con Unimer, yo soy propensa al quebrar el voto y con tal de no poner la decisión de quién recoge mi basura, cómo se arreglan las calles de mi barrio, o a qué se destinan mis impuestos, soy capaz de cualquier barbaridad en el voto de munícipes. Hasta de votar por los libertarios!
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