Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

Quinto Misterio Gozoso: Flo y Solecita conocen al Intitulado

(Mood setter: Ya saben que hacer. Play y pásele)

Debe ser porque nunca nos hemos llevado bien. Debe ser por eso que me dejó caer en la tentación, a pesar del rezo, y me harté como tres empanaditas de pino con pebre justo antes de irme a la meme. Debe ser por eso que tuve sueños recurrentes. Lo peor: con segunda parte.

Estábamos la turba: Tugo, Flo, Otrova, Oscar y la que les escribe, sentados en un lugar oscuro y desierto, en incómodas sillas de madera de las que rompen medias de nylon y te obligan a pedirle al mesero un pedacito de tiza para pintarse la raya después de 15 minutos. Hacía frío.

Nos inundaban las botellas, y en esa realidad incongruente que es el sueño, había una taza de té negro. Teníamos un debate acaloradísimo de nuestros futuros, de candidatos, de reglas, de orígenes, de naturalezas, y de cosas menores como escoger entre las empanaditas de plátano maduro con frijol, rebosantes de manteca, denominadas convenientemente Piononos (Nota de Sole: Sacándola del estadio, alguien de la mesa preguntó si eso era un plato chileno, exigiendo traducción simultánea de los chilenofílicos presentes. No revelo la identidad para no exhibirlo en público) o un plato de gallitos mixtos de dudoso origen, particularmente en lo que al salchichón se refiere.

La discusión no llegó a nada, porque de repente empezó a cimbrar el piso y se calló el viento. Y desde las catacumbas que rodean el camino al infierno se empezó a escuchar el sonido inconfundible del galope desesperado de cinco jinetes negros. Los cinco hicimos un silencio absoluto y nos apiñamos en una banca, en tembladera de la expectación, ante semejante espectáculo. Los creyentes se persignaron. Los ateos pensamos que entonces sí era cierto que había un ángel malo. Vi a uno sacando una estampita de la cartera. Yo me encomendé a San Carlos Marx, me escondí detrás de Otrova, me enojé ante la lloradera y les dije en voz temblorosa:

Quién PUTAS lo invocó? AH? QUIEN, pero QUIEN fue? A VER A VER, si tan machito para invitarlo ahora no se me escondan debajo de la mesa – y como la cosa en lugar de parar, arreciaba- A-alguien anda un crucifijo, un porquito de ajo, una biblia de bolsillo? quién se sabe el esalmo ese del señor es mi pastor?

Las luces tilitaron para terminar apagándose como de un tétrico soplido y en medio de la humareda amarillo azufre, las puertas dobles de madera se abrieron de un solo golpe en una rechinadera y entró el príncipe de la hora de las tinieblas, envuelto en una capa larga y negra.

Atrás, aulló penetrante el lobo estepario, anunciando su ingreso, y dejó caer la capa de un movimiento lento que le despeinó el copete a la Flo y a otro lo terminó de consumir en el piso. Yo le dejé a Otrova las uñas marcadas en los brazos. Y me miré y nos miré y nos habíamos convertido en ratoncitos blancos, pequeños y panzoncitos, con los dientitos asomados, sentaditos asombrados ante la aparición que nos honró con su presencia. “iiiii iiiii iiii” decíamos ahogados del susto, los ratoncitos.

“buenasssss nochessss….”- nos dijo

Iiiii iiiiii iiiii y un escurrir de colitas fue toda la respuesta de la mesa.

Soy el Quinto Jinete. El Intitulado (Nota de Sole: Media huevona la aclaración. Como si con toda la logística, despliegue y fanfarria a alguien le hubiera quedado la menor, la menor duda).

Se sentó a la cabecera y nos le acercamos tímidos para verlo más de cerca. Sonreía el Quinto ante nuestra curiosidad y nuestras ratoniles preguntas. Nos filmó con un aparato diabólico quien sabe para el discovery channel de algún círculo de Dante y demostró que como el Niñito Dios, sabía si habíamos andado de malportados.

Nos contó cosas personales que no revelo primero por respeto y segundo por mantenerle el misterio. Flo me susurraba al oído embelesada: “¿Ves que sí lo sabe todo? Nos tenía vigiladas… tenemos una conexión como cósmica con él… como las novias de Drácula!” La mano izquierda de Tugo, que antes del ingreso estaba en una sola habladera a punta de señas, buscaba a tientas en la mesa la botella para calmarse el pulso. El lente de Oscar se abría y se cerraba incrédulo. Otrova rememoraba los primeros tiempos en que lo leíamos de boca abierta y las teorías elaboradas de cómo se vería el Quinto, que flaco, que si camiseta negra, que si barba de chivo, que si libro bajo el brazo. Todos pensábamos que Ilana, de haber estado aquí, se habría muerto, de la contentera, pero muerto al fin y al cabo.

Nos interrogó sobre Yuré. Sobre los posts pasados. Nos reímos mutuamente de nuestros comentarios. Hablamos mucho rato. Era y es un viejo conocido. Ya no es solo un pintor que conocemos a trazos.

Algunas de sus frases célebres:

“Soy un animal nocturno”

“Este es mi cubil, donde todo pasa”

“Yo antes era sano, como Sole, pero luego me convencieron” (y sonrió cuando dijo eso. Les juro que además escuché un suspirito. No del Quinto. De una de las ratoncitas).

“No entiendo porqué me imaginaban macabro”

“Sí, esos son los únicos aretes que tengo”

“Pero porqué todos partían del pelo largo y el candado?”

“No es la fuerza. Se ofrece y lo demás es consensuado”.

Yo les voy a decir como se ve:

Mujeres del mundo, uníos en la envidia de la Flo y la Solecita que al fin lo conocieron. Y por votación arrasadora concluimos que tiene un oscuro encanto que es, por decir lo menos, perturbador (Nota de Sole para Ila: Disturbingly charming, dear. Yes dear. YEAH…). Tanto, que me sospecho que él y el Patán deben ser familia o por lo menos firmaron un joint venture.

Tanto, que cuando lo vimos alejarse y regresar a la noche helada y negra, me pareció que nos cambiaron el soundtrack y en el rincón oscuro del inconsciente, una voz rasposa nos cantaba, cun un sabor extrañamente parecido al de los poemas que nos había dedicado: (esteeeeee… dénle stop al primer soundtrack para apreciar mejor)

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Nota de Sole. Quintu-lein: Después nos arreglamos lo de la comisión por todo el mercadeo. 😉

14 gotas de lluvia en “Quinto Misterio Gozoso: Flo y Solecita conocen al Intitulado”

  1. Floriella dice:

    Que barbara amiga!! Que sueño tan magistralmente contado!!!! Ni mas ni menos…

  2. Otrova Gomas dice:

    Magistral es poco. La vara es que yo creo que Sole se durmió con un muñeco vudú representando a este servidor, porque hoy amanecí con unas inexplicables marcas de uñas enterradas en mis brazos. Vale que la señora de Gomas sabe que yo dormí en la casa ;-D

  3. ilana dice:

    pout pout pout. y yo aquí escribiendo febrilmente;)

    celos, celos, celos…

    bueno, ni tanto, yo soy una mujer muy compartida – je je.

  4. yuré dice:

    Lástima que en el sueño no se aclare la duda que siempre he tenido sobre el Quintu: ¿dónde diantres amarra su caballo sin que se lo roben en San José?

  5. el quinto jinete dice:

    Caramba Sole, dos cosas: Primero, corroboro la exactitud de los hechos aquí narrados (requirió de una fortuna en efectos especiales y semana y media de ensayos.)

    Segunda: Ante tantas flores, ya me preparo para el pago de los honorarios del marketing. ¿Lavar el carro? ¿Limpiar las canoas de casa/kínder/oficina? ¿Tal vez unos poemas (no sé cuántos cubrirán la deuda)?

    Gracias, altísima y guapísima Señorita Isla Solentiname Clinton. Un gran abrazo.

  6. Solentiname dice:

    Flo: Yo me apego a los hechos!

    Otrova: Voy a buscar a ver si hay un entierro de indios en mi apartamento, que ya me preocupa la cosa.

    Ila: Para nada… Flo te mandará las foticas.

    Yuré: Simple: se lo cuida el séquito de demonios que lo acompaña.

    Qintu: Enchanté

    A todos:

    1. Muy resentida que no me han dicho nada de la musicalización de este post …

    2. Donde Quintu se publicó un artículo al respecto. Pásenle a lo barrido.

  7. Floriella dice:

    ¡No si, la musicalización fue magistral, Solecita! ¡Eso no lo vayas a dudar jamás!
    PD: ¿»Let´s get it on…»? ¡¡¡Yeah, baby, yeah!!! je je je

  8. Oscar dice:

    Ehem… Buenas, llego tarde? Lo que pasa es que hasta ahorita me recupero de los excesos de la otra noche. A veces se me hace que ya me estoy pniendo viejo para eso de «sexo, drogas y Rock ‘n Roll», pero luego se me ocurre que si Jagger y Richards todavía aguantan esos ritmos… y que después de todo la Sociedad está en su apogeo… pues hay que seguir en el asunto. Escuché de buena fuente que la próxima portada de Rolling Stone va a ser de nosotros!

    Sole, la primera parte del soundtrack estuvo genial. Orff de seguro pensaba en Quintu cuando escribió esas notas. En lo que toca a la segunda selección… Mejor las dejo a Flo y a vos haciéndole el coro a Marvin Gaye. Yo no me sentiría cómodo cantándole «Let’s get it on» con voz melosa a Quintu… Nada personal, Quintu. A vos solo tengo que achacarte que por culpa tuya el martes/miércoles mi esposa me reclamó que, en lugar de a tabaco y alcohol, llegué con un inexplicable aroma a azúfre.

  9. Onironauta dice:

    que sueño!

  10. el quinto jinete dice:

    No te imaginás lo que me reí con la primera canción. Con la segunda: Hey,let’s get it on!

  11. Sirena dice:

    🙁

  12. tugocr dice:

    Ja! Bueno, La verdad si el quinto fuera otro no seria lo mismo. Además el azufre que se queja Oscar me ayudo mi combate con los Acaros que ya me tenían harto.
    Y la musicalización, mi conexion es demasido Mala para bajar a tiempo las cosas. Ademàs no me HAN ENSEÑADO!

  13. Solentiname dice:

    Oscar: Nos estamos poniendo viejos todos. A la mañana siguiente yo le di la queja a mi cuerpo por la ausencia del viejo aguante de antes y escuché quejas de otros en ese mismo sentido. Y tenés razón. No te va el Let’s get it on, pero fijate bien que era solo para que las que tenemos poemas dedicados.

    Sanator: No sé si lo decís por aburrido o por lo despichado.

    Quintu: …

    Sirena: sin caritas tristes, podfa, podfa.

  14. Solentiname dice:

    Tugo: Cómo que no? no has revisado tu correo?

Y vos, ¿qué pensás?