Ya te dije que es imposible.
Para ser una devoradora de hombres
se requiere algo que yo nunca he tenido:
Colmillo.
Ven devórame otra vez
—
desde la isla de
Gotitas de lluvia
4 respuestas a “Ven devórame otra vez”
-
Sole, a veces no hace falta tener dentadura: con una buena capacidad de constricción (como las boas) se devora a cualquier chico.
-
Los abarzitoz sustituyen a los colmillos de esos que levantan colochitos de madrea cuando los arrastran por el piso? Ve vos…
-
Pos si, así funciona con los hombres!
-
Diría Ester Vilar: víbora eres, víbora serás… Lo tomo con la previsión aquella de apretar pero no ahorcar.
Deja un comentario