Entonces este general de ojos rubios y pelos rubios y de sajón lenguaje se vuelve y en algún hearing del congreso del imperio se raja a decir masomenos así (la memoria me falla en una que otra coma):
“Si bien es cierto lo humillaron, le dijeron que su mujer, sus hijas y su madre eran prostitutas, le colocaron ropa interior de mujer en la cabeza, le dijeron que era homosexual y los otros prisioneros lo sabían y le colocaron una correa de perro y lo obligaron a caminar en cuatro patas y hacer trucos de propios de perros, y eso se puede considerar conducta inadecuada y hasta incluso mortificante, también es cierto es que no se le causó dolor alguno y por ende no se le torturó y más bien conseguimos información valiosa para las investigaciones del 9-11″.
Todo esto, a un pobre don nadie que lleva casi tres años de hospedaje forzoso en una de las jaulitas del Caribbean Deluxe Resort que según el ejército gringo tienen ellos en Guantánamo donde el Manager de Client Confort es el mismo angelito que pasó por Abu Gharib y ese sí que recibió su merecido por todos estos desastres y violaciones a los derechos humanos: lo ascendieron y tiene un puesto de escritorio en el Pentágono (yes, dear, with your tax money and the dollars they pay for my country’s bananas)
Agradecido debería estar que al menos en el interrogatorio donde lo humillaron con cosas que para su cultura (y yo creo que masomenos como para la de cualquiera) son denigrantes, le quitaron esos aditamentos especiales que les impiden ver nada, escuchar nada y sentir nada y no precisamente para concentrarse mejor; otra de las ventajas de ser un invitado del limbo judicial de W y sus secuaces.
Entonces no era tortura. Y uno de injurioso acusándolos de cosas que no son. ¿Ves qué fácil se arregla todo con modificar las definiciones? No puede el resto del mundo libre andar por ahí comiéndoselos vivos. NO SEÑOR!! Primero revisa los cambios de los significados de las palabras y luego abre la bocota y levanta el dedo acusador.
De lo contrario es difamación y si a Homeland Security le parece que además es indicio de animus antiamericanus vienen y se lo llevan secuestrado para interrogarlo en algún país compa de ellos de esos en donde la tortura aun no se prohíbe formalmente, pero no para torturarlo sino para infringirle tratos denigrantes que como que no producen dolor físico en sentido estricto NO SON TORTURA. También le pueden revocar la visa y se acabó ese viajadera para ver al ratón Miguelito.
Así que, avispado Generalísimo (Pinochet) y demás torturadores reciclados, que con estas nuevas definiciones, sale usté con todos los honores y sin que esa barra de comunistas trasnochados logre su cometido de ensuciarle su digna labor de salvamento de la patria: Si se desmayaron del dolor con la picana o quedaron inconcientes de la pateadura con la que les sacaron la cresta o las violaron en shock o drogadas, ya fuera un milico o un perro, que yo en eso casi no distingo, ni se angustie: en estado de coma no sintieron nada, y por eso tiene usté razón cuando dice que mienten los cuatrocientos mil que según usted no fueron torturados.
No queda más que citar a Benedetti que escribió esto cuando la tortura era como las de antes, calidá de la Academia de las Américas, cuando los gringos hacían bien las cosas, asesoraban militares ajenos, otros se ensuciaban las manos por ellos y no tenían que limitar el lenguaje:
“Un torturador no se redime suicidándose, pero algo es algo”
Deja un comentario