Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

Instrucciones

Una tarde, hace 17 años, cerró las cortinas y la puerta y quedamos en la penumbra.

Para oír esta música, tenés que tirarte en el piso y acostarte con los brazos y las piernas extendidas y cerrar los ojos ¿Ves? Así. Y antes de tirarte, prendés una velita.

– ¿Para qué si vamos a cerrar los ojos?

Es que como esta es una experiencia sensorial no hace falta ver la llama, con sentirla basta. Tons, ya tirada en el piso, empezás a respirar profundo y te relajás. Avisame.

– Listo

Y apretó el botón de play y por primera vez oí

Breathe… breathe in the air…

Los escuchamos muchas tardes más y en una noche memorable en la que no hubo que cerrar cortinas ni ojos porque nos tendimos a la orilla del Arenal.Todo el cielo reflejaba el lago oscuro y flotamos en círculos entre el lago y el cielo, entre dos juegos de miles de estrellas, y protegimos del viento con las manos desnudas la única velita que se mecía al ritmo del rock progresivo.

“…don’t be afraid to care…”

Encontramos los acetatos de todos los discos viejos y descubrimos las historias del integrante que en las crisis se creía el jardinero oficial de la reina y rondaba los jardines de Buckingham reglando rosas a los curiosos y admiramos a los ex alumnos de la Academia Real de Música por escoger caminos distintos y discutíamos si las canciones te podían empujar a la droga o ese efecto calmante era producto de otra cosa o si nos estaría lavando el cerebro. Y vimos la película y elaboramos mil teorías porque nos daba pena reconocer que la admiración no cubría nuestra ignorancia. Y para su cumpleaños y para el mío, nos regalamos las letras de los discos escritas a mano que yo, no sé si él, todavía guardo.

“… leave, but don’t leave me”

Yo seguí las instrucciones mucho tiempo aunque después supe que el ritual sobraba, pero a mí no me sobraba porque siempre me recordaba al maestro que me lo enseñó y al lago.

“…look around and choose your own ground”

Por eso, ayer que los vi en vivo en la pantalla de mi computadora, todos geriátricamente juntos de nuevo, cantando mis canciones y las de él, quise tirarme al suelo ahí mismo en la alfombra y extender las piernas y los brazos y cerrar los ojos y prender aunque fuera un papelito.

Y aunque no lo extraño y es parte del pasado, fue en él en quien pensé y en otro que siempre he tenido lejos cuando se me erizó la piel y susurré al ritmo, detenida a medio camino entre el canto y el llanto wish you were here.

4 gotas de lluvia en “Instrucciones”

  1. Otrova Gomas dice:

    Cualquier forma, cualquier lugar, cualquier posición es buena para escuchar Pink Floyd. Otra afición compartida.

    Cualquier canción de Pink Floyd trae recuerdos específicos. Where were you when you first heard The Wall? Who do you think of when you hear Wish you were here? Preguntas para cualquier fanático del mejor rock progresivo punto.

  2. Solentiname dice:

    a. Tirada en el suelo de madera, con las cortinas cerradas y una velita encendida.

    b. En Vova.

  3. yuré dice:

    «We’re just two lost souls swimming in a weblog, year after year.»

  4. Dean CóRnito dice:

    We don’t need no tought control!

    Es mi lema…

Y vos, ¿qué pensás?