Este post apareció el sábado 11 de julio, 2015 a las 11:18 am dentro de la categoría Sin categoría.
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3 gotas de lluvia en “Cartas de Sole van Niejts. Día Tres”
Hubiera podido yo vivir dos años huyendo, dentro de mi misma, de los horrores que sabía se estaban cometiendo afuera? Hubiera podido yo, seguir pensando que todos los seres humanos son buenos, cuando yo misma hubiera dejado de ser humana para convertirme en blanco del odio?. Hubiera podido yo seguir creyendo en D-os?… Querida y tan dolida Anne. Por su fe casi inquebrantable es inolvidable y vos mi querídisima Ale, como siempre, haces este tipo de alamedas recorribles.
El espacio reducidísimo que ocho almas aterradas compartieron durante más de dos años debe ser caldo de cultivo para la claustrofobia, para hacer aflorar lo mejor y lo peor de cada uno. Tratar de mantener una vida «normal» cuando el mundo afuera se cae a pedazos debe ser obra de seres signados por la ventura. Buena o mala, ese es ya otro asunto.
Sí pues, es válido pensar en las millones de historias igual de sobrecogedoras que nunca conoceremos porque el odio insensato se las tragó. Por todas esas otras almas, hagamos un alto y reflexionemos sobre nuestros propios prejuicios.
julio 11, 2015 a las 1:20 pm
Que linda que es su sensibilidad
julio 11, 2015 a las 2:39 pm
Hubiera podido yo vivir dos años huyendo, dentro de mi misma, de los horrores que sabía se estaban cometiendo afuera? Hubiera podido yo, seguir pensando que todos los seres humanos son buenos, cuando yo misma hubiera dejado de ser humana para convertirme en blanco del odio?. Hubiera podido yo seguir creyendo en D-os?… Querida y tan dolida Anne. Por su fe casi inquebrantable es inolvidable y vos mi querídisima Ale, como siempre, haces este tipo de alamedas recorribles.
julio 11, 2015 a las 2:58 pm
El espacio reducidísimo que ocho almas aterradas compartieron durante más de dos años debe ser caldo de cultivo para la claustrofobia, para hacer aflorar lo mejor y lo peor de cada uno. Tratar de mantener una vida «normal» cuando el mundo afuera se cae a pedazos debe ser obra de seres signados por la ventura. Buena o mala, ese es ya otro asunto.
Sí pues, es válido pensar en las millones de historias igual de sobrecogedoras que nunca conoceremos porque el odio insensato se las tragó. Por todas esas otras almas, hagamos un alto y reflexionemos sobre nuestros propios prejuicios.