Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

La censura

Una es «alta». Como de 1,60 y gordita, con pelo con forma de nada. La otra parece de 10 años. La alta tiene una enagua hippie y morada una camisa polo blanca y unos zapatos tejidos que deben ser de la mama. Nada le combina, pero ella se siente ya entrada a grande. La pequeñita se ve más natural, menos forzada, pero también más niña. Deben ser los jeans que evidencian que aun no desarrolla. Tal vez son los frenillos. Las dos se maquillan, con la chambonada propia de la primera vez que se sostiene un delineador y se ataca el borde del ojo.

Discuten delante de nosotros en la fila, planean, intrigan. La alta decide el plan de acción «Yo compro las entradas porque a usted nunca le van a creer que tienen 18, en cambio a mí de fijo me creen» y se acomoda la carterita de tejido indígena y revisa si tiene la plata exacta.

Cuando le toca la boletería, la pequeña se va por allá, por las palomitas, finge leer un afiche. La alta pide dos entradas como si nada. Le piden la cédula. Responde «Es que andaba en San José y no la traje». «Entonces no le vendo las entradas»– le dicen. Se le olvida como actuar como un adulto divertido porque le calculan menos años. No sabe cómo hacer un escándalo o hacerse la brava. No me pide que se las compre yo. No ruega, no razona, no manipula. Le entra como un pánico y moviendo exageradamente las manos dice «Entonces deme dos para Encantada».

Luego, mientras compro palomitas, las veo otra vez, tramando algo. Encantada la dan en la sala de a la par y empieza cinco minutos antes. En la oscuridad, nadie va a notar que no tenemos 18 años. Y se ríen. Jiijijijiji.

Qué mal que me caía yo a esas edades.

9 gotas de lluvia en “La censura”

  1. Susana dice:

    ¡Ahhh, la aborrescencia!

  2. Anonymous dice:

    ojalá tengan pesadillas durante un mes…

  3. Julia Ardón dice:

    jjjaa…¿ y qué es lo que entraron a ver?

    Es tan idiota la censura…es tan idiota.

  4. Solentiname dice:

    Susana: estas dos eran un caso grave.

    Anónimo: te conozco, mosco.

    Julia: Sweeney Todd… cero sexo, cero malas palabras, pero supongo que el sangrerío era lo que ameritaba la calificación.

  5. ilana dice:

    jaja… si no le dan por las buenas… entrarán por las malas… ahora uno tiene que preguntarse, dónde habrán aprendido semejantes conductas…

    yo a esa edad hubiera tenido terror de que me cacharan haciendo trampa… no a mis papás sino al propio acto «indebido»… también me caía mal :)))

    pero sabés… a I. le fascina Sweeney Todd, se sabe toda la música de memoria… y me preguntaba justamente si podía llevarla o no… qué opinas? sí o no?

  6. furia dice:

    a mí los adolescentes y la gente grande me caen mal por igual :S
    pero ya me hubiera visto tramando toda clase de planes macabros para poder entrar al cine a ver a johny deep. Nadie me detendría, lo juro…

  7. Sirena dice:

    Si de adolescentes estaban dispuestas a mentir para ir a ver una de Tim Burton… yo de fijo les hubiera comprado las entradas y hubiera hecho el pleito… pero creo, de todas maneras, que la película -aunque es una maravilla- es demasiado sangrienta… Ahora, los niños también saben hacer lo que hice yo, taparme los ojos cuando cortaban cuellos… Ahora, me armaré de valor y voy a ir por segunda vez sin taparme los ojos… sí señor!

  8. Solentiname dice:

    Ila: No sé, yo no la llevaría… es demasiado dark para una niña chica.

    Furia: yo hubiera hecho lo mismo, exacto, pero por el Karate Kid, el inolvidable Ralph Macchio.

    Sirena: Yo me tapé lo ojos en cada cuello rebanado!

  9. Anonymous dice:

    La censura y la iglesia católica prohibieron «La ultima Tentación de Cristo». Pelicula aburrida y mala.

    El ayatolla Khomeni prohibió el libro «Los versos satánicos».

    La censura y la confesión son instrumentos de la edad media, que ya deberían estar extintos.

    Y pensar que todavia en Costa Rica tenemos una «Oficina de Censura»

Y vos, ¿qué pensás?