Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

Las cosas por su nombre

Dada la extendida costumbre en el lenguaje de los hombres costarricenses de decirle «novias» a sus amantes, se impone que nos ubiquemos todos en el universo de las relaciones interpersonales:

Novia es la mujer que le presentás a tus papás, no a la que escondés de toda la familia.

Novia es a la que besas en público y le caminás con ella de la mano. Y no, un motel no cuenta como lugar público.

Novia es la mujer con la que eventualmente te vas a casar, no con la que le sos infiel a la mujer con la que te casaste.

Novia es la mujer con la que se sale tales días a la semana y los sábados y los domingos y no cada vez que se pueda, en el almuerzo o en las reuniones falsas.

Novia es la futura madre de tus hijos, y no a la que se le exige que tome pastillas y a la que se le niega el uso de condones.

Novia es la que se quiere, no a la que se le llevan ganas.

Novia es la que engordará y envejecerá, no ese mujerón que le contás a tus amigos que tes estás cogiendo.

Glosario

Acostón fortuito: la que acepta en una primera salida.
Amante: el acostón fortuito que acepta siempre, sin tener que pasar por el ritual del cortejo.
Querida: la amante que además, es una mantenida económica.
Puta: desde el punto de vista de tu esposa, todas las anteriores. Ver también, zorra, sometida, resbalosa, la otra, venérica.

Etiqueta
Por todo lo anterior, lo más educado y considerado es tratarla por su nombre, que, como todo ser humano, habrá de tener. Y si ni siquiera eso se puede decir, siempre quedan los apodos cariñosos, el nombre de batalla para esos clandestinos encuentros.

Y vos, ¿qué pensás?