limbo
El viernes nos vamos de viaje. Pato y yo llegaremos a la ciudad donde Marce nos espera.
Desde ayer yo no quiero trabajar, tengo los días enredados y me despierto todos los días puntual a las 3:00 am.
Hoy me enojé conmigo y dije que era mucha la huevonada y que me volvía a dormir sí o sí.
Hice una columna sin alma.
Me quedo dormida al medio día.
Se me olvida almorzar.
Palanganeo
Estoy de mamá sola y todos los días pienso en las que son de verdad solitas 24/7 y cómo no se han vuelto locas.
No puedo ir a nadar en las mañanas porque me toca levantar a Pato, alistarlo, desayunarlo, sacar a caminar a Siggy, entregar a Pato a la buseta.
Hoy fui a nadar a la 1 pm y me fui sin mi gorra y mis anteojos usuales. Tuve que ponerme los de competir, que me marcan mucho los ojos por lo apretados que son. Aguanto 50 m. No 2500. No me puse el reloj así que no sé con cuántos metros me engaña.
Esperaba agua helada y está más bien tibia. Sabe a muchos protectores solares. Por dicha empieza a llover y quedo sola en la piscina.
Me cuesta avanzar, incluso en el calentamiento. De final hago 25 m de pecho y siento como si la piscina estuviese cuesta arriba y yo trato de subir por la corriente de una catarata.
La terapeuta física me dice que me siente muy cargada.