Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

263 contagios, 3 recuperados

He tenido que estar yendo al dentista. Por un lado, es bueno porque manejo, salgo de la casa, veo el sol. Además trabajo en mi terror al dentista. Y él ha resultado ser mejor que el anterior. Me llama la atención lo mucho que habla. Me cuenta cosas de la novia, de cómo se llevan, de las cosas que ve mal, de las amigas de ella. Parece una  buena persona. Pienso entonces en lo traidora que es la memoria. A él lo asocio con Yvonne y su maldad y su crueldad, pero es evidente que me equivoqué y la verdad, cuando pienso en esa época lo recuerdo sonriente, como ahora.

Mi ansiedad está mucho más controlada. Puede ser el medicamento o la idea de que me apoya el medicamento. O puede ser que ya estoy en esa etapa del duelo donde me resigno.

Pero también es cierto que siento como me pongo tensa cuando veo a dos o tres personas juntas. No solo tensa. Me empiezo a enojar. Igual que cada vez que tengo que salir, tengo la misma sensación mezclada con culpa.

Todos los días tengo síntomas hipocondríacos. Toso. Estornudo. Me siento mareada. Me pregunto si tengo fiebre o gripe. Es peor cuando los síntomas son muy vagos y simplemente me siento mal. No sé si es la misma tensión, mi yo hipocondriaca rematándose.

Ayer además hice mis compras de la derrota. Fui al super y me compré puras cochinadas. Gustos no para cometérmelos todos juntos, sino pensando en que puede ser que muy pronto deje de verlos por algunos meses.  Algo vi de eso en el super, los muchachos comentando cómo nadie está comprando las cosas de Giacomin y que probablemente tendrán que botarlos. Pero además no está entrando producción nueva y cuando entre, será menos. Es decir que habrá despidos en la producción ☹

En la tarde noche habló con su Waweli, Le preguntó si había conocido a Fidel. «Sí, Patito, cuando vivía en Chile lo conocí, estuve cerquita de él»– Pato le dijo además que no podíamos salir por el coronavirus y que por eso no podíamos ir de visita «Sí, yo sé y no te imaginas la pena que me da»

Anoche Pato lloraba y lloraba antes de dormir. Ese llanto que no es de nada sino de cansancio o de ganas de llorar. Porque no tenía el peluche que ha adoptado. Porque se le cayó un carrito. Porque papá no lo dejaba ayudarle a buscar una cosa. Al final le dije que si quería llorar, que llorara, que yo lo acompañaría.

Le conté que de niña yo lloraba mucho y nunca nadie estaba conmigo. Que por eso yo me quedaba con él, para que supiera que siempre me podía quedar con él. De repente me habló del día que la buseta lo había llevado por error a la piscina y yo no estaba y lo llevaron luego a donde mi mamá y que él- me dijo- “lloraba y lloraba”.

Luego se incorporó en la cama y muy triste me preguntó si Jesús era su amigo.

No sé de dónde le viene esa idea. Doña Nora es Cristiana, pero sabe que no le puede hablar de eso a Pato. Tal vez es por la canción que hemos estado cantando de Roberto Carlos.

Le dije que para mucha gente, sentirse amigos de Jesús era algo que les daba calma y paz. Y que sí sabíamos que Jesús amaba a los niños.

Lo dormí cantándole Pescador de Hombres. Poco a poco he recordado toda la letra. Creo que lo calma o al menos lo aburre.
A mí me da paz. O consuelo, que en este momento viene siendo lo mismo.

Y vos, ¿qué pensás?