Mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las anchas alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.

Lo que viene siendo tu Presidrina

Charlie, Titi.  Tenemos que hablar:

Tengo que confesar que no se me ha terminado bajar el high de esta elección. A veces, cuando veo las noticias de lo que se está discutiendo en la comisión de Hacendarios y las barbaridades que dice Ottón, me pregunto de qué me alegra, si yo he sido, soy y probablemente seguiré siendo periquita.  Luego recuerdo que vos me hiciste volver a sentir lo que es ser capital político de alguien y se me pasa. Y se me vuelve a bajar cuando veo a los fauricios genuinios todos ahuevados por la derrota.  Así parece que es esto, como la borrachera del vino de Coyol.

Oíme, de esta elección aprendí un montón, y me siento en la obligación por motivos que se detallan más adelante, de compartírtelos:

  • Fijate que se me abrió la mollera, casi como una epifanía y entendí los motivos del lobo…, digo, de los fauricios. En estos dos meses escuché gente hablando de cuando sus maridos o ellos mismos, eran borrachos, mujeriegos y torteros y cómo la vida les había cambiado desde que los atropelló Jesucristo. Diay, imagínate: a mí se me hace semejante milagro y también le soy leal hasta la papeleta. Hay que reconocer que Fauricio, en su discurso de aceptación de derrota, se veía como un chavalazo y fue evidente que lo de él es la alabanza. Ojalá no se ponga en varas.

 

  • Cartago me cerró el hocico, que tanto me he venteado, a pesar de tener yo esa ascendencia, de El Guarco, para más señas. Nos salvaron la tanda y yo misma, hice una regresión de fe a la infancia católica. Organizamos para vos un rezo en Twitter y yo empecé a darle duro a la Negrita con mi micro oración favorita: Virgencita, no me falles. Y no me falló y ahora me tiene en esta disyuntiva de que tengo que ir a pagar la promesa, porque no puede quedar una como una irresponsable. No vuelvo a vacilar con Cartago, ni promover que conviertan a toda la provincia en proyecto lacustre.

 

  • Yo te había dicho que lo peor del PAC era lo talibán de sus adeptos y lo cerrado de sus posiciones. Pero vos viniste a demostrar que uno puede ceder y pactar con el enemigo, sin renunciar a los principios y que es posible llegar a acuerdos con gente que uno prefiere cruzar la calle para no saludarlo. Hasta Ottón casi se disculpa.

 

  • De Don Rodolfo, aprendí que no puede una juzgar a la gente por un ex abrupto en público, como lo de la Listerine o el caballito. A él lo conocí por avatares de la vida antes de la primera ronda, en una mañana de brunch en Escalante. Oiga: un gentleman. Pero más importante que eso, recordé el principio general de lo que estudié en la UCR: Uno mantiene sus creencias hasta que le demuestren lo contrario. Eso demuestra una apertura fundamental para la convivencia. Es posible que yo la olvidara en la refriega y el relincho de la segunda ronda y además porque nunca fui buena para los latinazos. Esa regla de vida que nos recordó don Rodo se llama presunción iuris tantum

 

  • Por estar de sapa y metiche y porque vos, don Leo Garnier y tu CM me dieron pelota, me asomé por breves momentos a los rincones más purulentos de la inferné, ese lugar oscuro y lleno de terrores. Leí dos o tres comentarios en los que me atacaban y se me heló la sangre. Me fui con mi Patito al jardín a sacar malas yerbas, agarrando cada una como si fuera el pescuezo de cada uno de esos trolles. Te lo cuento porque aprendí a ignorarlos.

 

  • Esta elección nos dejó en chingos y enseñando los chones. Qué pasó con la educación de la que tanto rajamos? Porqué tanta resistencia a la ciencia o a los datos? Porqué invisibilizamos a tanta gente? En qué momento nos robaron la vuelta? Y, sobre todo, qué estoy haciendo yo al respecto? Por eso no creo en simplemente ignorar al que pregunta y que vaya a ver quién lo educa. Es un asunto de todos. No de esa entidad abstracta que es el Estado. Y nos obliga además a aprender a argumentar sin insultos. Otra confesión: yo (y todos) hubiéramos querido ver sangre en los debates, pero vos optabas por los argumentos. Imaginate lo que eso significa para nosotros, acostumbrados a los choteos y a los filazos.

 

  • Nos jalaron las orejas a todos, tan aislados en nuestras burbujas, tan perezosos de involucrarnos, tan cómodos en nuestros privilegios y ante el riesgo inminente de Fauricio, la gente empezó a ir a reuniones de la Coalición, a hablar con familiares y compañeros, a organizarse de diferentes formas, a ofrecerse de voluntarios y en mi casa, hicimos sanguches, compramos queque seco con pasas y los llevamos para los fiscales y miembros de mesa al lugar donde votamos.

 

  • Hay muchas heridas que se cerraron. Gente con la que uno no hablaba, de repente era cómplice y celebramos con abrazo. La elección logró que se olvidaran resentimientos y quejas y vos bien lo sabés, las personas más improbables estuvieran del mismo lado de la cerca. Vos usás una frase en la que siempre he creído: que es más lo que nos une que lo que nos separa.

 

  • Charlie, los católicos. Ay mae… LOS CATOLICOS! Vos te imaginás, después de tanto que nos hemos burlado, jodido, atacado, enfrentado, hayan votado por vos? Eso nos deja en deuda y nos obliga a replantear la vara y a cerrar la jeta. A ser respetuosos, pero tampoco dejar que se monten en la arepa voladora. Ya lo dijo un profe mío que ahora es cura: le religión es algo personalísimo, del ámbito de la privacidad, de la que nunca tenía que haber salido. Yo, como pipa de la paz, ofrezco incorporar las frases tradicionales de trolleo católico: “Que Dios me perdone por lo que voy a decir, PERO…” o “Acabo de comulgar y no debería decirlo, PERO …”, “Yo sé que es pecado, PERO ….”. (Después del “pero” es que se tira el filazo.)

 

  • Y los filins. Charlie, Titi, qué llorada! Ver a la gente vestida de rojo, ver la presa de regreso de la playa. Nosotros nos encontramos a Ana Helena el sábado al almuerzo y yo toda sapa le di las gracias por todo lo que había hecho. Ella, muy decente, al final me dio las gracias a mí y yo me puse toda parlanchina: Le conté que mi hermana vino desde Michigan a votar, que yo soy liberacionista e iba a votar por vos y le encaramé a Pato para una foto para la posteridad.  El sábado parecía que estábamos esperando que el huracán entrara con todo y acabara con la vida como la conocíamos. El domingo, que entre todos lo habíamos desviado.

 

  • Me quito el sombrero sobre el manejo de los signos externos. Haberse apropiado de la bandera, del color blanco, del concepto de patria, de sacar el nacionalismo ese huraño que tenemos todos y los anuncios de saludo a la bandera.

 

  • Esta trifulca nos recordó la importancia de la salud mental. Pierdo la cuenta de la cantidad de gente con ansiedad y depresión, con miedos que, para rematar, no estaban sobredimensionados. Yo misma tuve dos pesadillas gruesas tipo Handmaid’s Tale que me dejaron helada. Eso sin contar el terror que nos generó el cuento de la posibilidad de vivir bajo el filo de la espada de la moral cristiana y la neurosis de todos haciendo cuentas: “Mi hermano y la esposa están fuera del país. Pero mi hermana vino y con mi voto compensamos… Se murió Miguel Salguero, se perdió un voto. Pero mi suegro sí vota en esta ronda”

 

  • Quejas, tengo muy pocas: No había camisetas tuyas 2T para Patito. Y vos estás perdiendo mucho tiempo en saluditos (Aprenda a delegar, corazón) y a mí, que me siento semilla de la caravana perica por la patria, nada. Y esa mañana de decir “mi persona” en lugar de “yo” o “a mí”, pero eso lo iremos resolviendo.

Pero, como de costumbre, disgrego de lo que más me interesaba y aquí ni siquiera dan café y mucho menos galletas. Mirá:

He estado reflexionando mucho desde el domingo sobre el papel que me corresponde asumir en esta nueva Administración, o sea, lo que demanda de mi #LaPatria. A mí me alegra montones lo que ya te había dicho, que se me hizo tener cuatro años para criticarte todos los días. Es que ya sabés: pide y te será otorgado.

Entonces, después de sesuda consideración he llegado a la conclusión de que lo que más necesitás vos y la patria, es una hada madrina yuyo, una de corazón socialdemócrata y verdiblanca, crítica y elegante, que te lleve por el camino correcto. Alguien que sea capaz de verte con todos tus defectos y no como ese aterro de enculados que ahora hasta guapo te están viendo y todo te lo perdonan. Para huelepedos no funciono.

O sea, es casi como lo que vendría a ser una playidrina, pero en este caso, una #Presidrina. Charlie, Titi, welcome to a new experience.  Ya hasta lo puse en mi bio de Twitter y me volé los candaditos. Es oficial y es por vos, es por Costa Rica!

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Podés avisarle a los medios, pero no se me apeloten y para cualquier consulta, respetan la filita.

Gracias por todo, oye? Y calda si me falla.

Tu autodenominada Presidrina

Sole

Y vos, ¿qué pensás?